Cuentos y poemas

"Origen Extraterrestre"

– Ej ej ej . . . Apenas había dado los primeros pasos hacia el atril desde donde se dirigiría a la muchedumbre ansiosa, cuando percibió su extraterrestrónica, perturbante y seductora presencia. En vísperas de su última pisada comenzó afligirle su extraño hipo. Solo podía distinguir con que estaba relacionado, pero hasta el momento no había encontrado la cura o al menos como poder controlarlo. – Perdón, no es que me este riendo es solo un reflejo neurosomático, una especie de tic nervioso que me aqueja en forma sorpresiva y en ocasiones aisladas, esta vez creo que nos acompañará durante toda la conferencia – Se trataba de una distorsión en el flujo de sus ondas cerebrales cada vez que se sentía atraído hacia el sexo opuesto. Esa atracción provocaba una obsesión enfermiza al límite de su cordura desencadenando en esa rara tos a modo de descarga. La única ventaja, si realmente lo fuera, en esta anomalía, era que el desquiciado pensamiento instantáneo quedaba oculto ante el resto de las miradas mentales.

En este tipo de discursos y en particular aquellos donde existe el intercambio de numerosas opiniones es aún imposible encausarlos mediante la comunicación a través de la transmisión mental. Demasiadas ondulaciones a distintas frecuencias cruzándose sin poder filtrarlas y seleccionarlas, terminan convirtiéndose en una radio mal sintonizada dentro de la cabeza. El selector psicodireccional Bolud, más conocida como La Destaraleteadora, aún no pasaba los ensayos de exigencias técnicas normalizadas como para comenzar a utilizarse en estas ocasiones. El estallido de dos testas, tres derrames cerebrales y una lobotomía durante las pruebas con testigos voluntarios eran motivos más que suficientes para prohibir que esta herramienta sea lanzada al mercado. Mientras tanto el correcto uso de la palabra transmitida a través de una voz, clara viajando en una excelente dicción, o sea la vieja y legítima costumbre de hablar bien, servia para diluir con rápida sencillez el frío snobismo de la nueva y moderna forma de comunicación.

La sala estaba colmada. Muchos habían venido desde muy lejos, desde los rincones más remotos e inhóspitos de la galaxia. Los Dragones de Gales, Los Anfibios de Atlanta, Los Basiliscos de Pöfter y evidentemente las bellísimas y cautivantes Salamandras de Amazón. Todos querían repasar con lujo de detalles y confirmar lo que habían escuchado acerca de los acontecimientos ocurridos en las últimas décadas de su planeta natal, “Térrestron Primero”. También esperaban escuchar los nuevos anuncios en los avances de la ciencia. Nadie quería quedarse fuera del indispensable y poderoso progreso.

– Siguiendo con la imagen que ahora estamos observando, podemos apreciar que prácticamente no existen diferencias entre el lóbulo frontal del cerebro de un emidosaurio y el de un Reptilotropus Erectus. No así, ahora estamos viendo el cerebro de un Reptosapiens nuestros más cercanos antecesores, donde podemos observar el mayor volumen que ocupaba su lóbulo frontal dentro de la cavidad craneana. Los Reptosapiens, ej ej ej – A pesar de no mirarla sabía que su beleidosa y alterante presencia estaba frente a él, en primera fila – eran de sangre fría, seres primitivos, carnívoros de largas colas, y con pocos requerimientos para desarrollar su vida. Pero, además de estas precarias cualidades, también eran ignorantes del tesoro que llevaban oculto en su encéfalo. A partir de ellos luego de cientos de miles de millones de años de existencia, durante los cuales hemos sobrevivido adaptándonos a grandes cataclismos, avanzando en un permanente ejercicio evolutivo hemos alcanzado nuestro presente convertidos en individuos de sangre caliente, con incipientes cualidades telepáticas. Esta última característica, paradígma de la biología contemporánea, es prioridad principal para nuestra raza ya que nos convierte en seres superiores y nos muestra como los habitantes más poderosos ante el resto de la galaxia, ej ej ej – poderosamente atractiva como para evitar apreciarla aunque sea en una pequeñísima y disfrazada mueca de su disertación – En torno a esta condición básica gira el progreso de nuestra civilización. Y aquí . . . si, aquí vemos el cerebro de un Ser Sauriano Moderno. Podemos distinguir perfectamente su mayor grado de complejidad. También podemos ver, como el acortamiento de nuestra cola, una característica relacionada con el proceso de evolución, llega prácticamente al grado de la atrofia muscular de este órgano ya inservible desde que dejamos de reptar pero cuya presencia nos seguía consumiendo energía de mantenimiento. Ahora si y entrando de lleno a nuestro tema central, debemos decir que en una primera etapa de investigación se supo que debíamos consumir altos niveles de nutrientes específicos que iban más allá de una correcta alimentación cotidiana, la cual sin dejar de ser sana, no era suficiente para continuar perfeccionando nuestra telepatía. Amparados bajo la Ley de Desarrollo y sanidad Telepática, ej ej ej – La imaginó caminando en las playas de Charkos erizando sus apéndices dorsales al ritmo de un majestuoso andar – fundamentada en el estudio y por supuesto la meta de avanzar en la poderosa dinámica de nuestro cerebro, surgió la ingesta diaria obligatoria del suplemento NUT (Nutrientes Unidad Telepática), asegurando la provisión de este aditivo a todos y cada uno de nuestros hermanos sin distinción de géneros y clases. En este gráfico podemos observar como prácticamente coinciden las curvas del aumento en la actividad telepática y la curva casi paralela de la administración del complejo NUT. Este complejo de nutrientes y vitaminas resultó ser esencial para la conexión de nuestro lóbulo frontal, motor telepático y las fosas temporales por donde entra y sale nuestro dialogo cuando lo intentamos establecer a través de la transmisión mental. Si bien Hemos descubierto la existencia de una enzima de singular complejidad que catalizaría todo el proceso actuando en forma escalonada y a una altísima velocidad en todas las reacciones químicas involucradas en el disparo del pensamiento, es aún muy difícil identificar y aislar estos catalizadores que regulan la actividad encefálica. Estamos aún muy lejos de completar la secuencia de su cadena polipeptídica, que luego deberíamos armar en su correcto plegado tridimensional, para finalmente poder industrializar un estimulante químico de origen sintético. Este largo camino depende de la firmeza de nuestros investigadores y estar seguros de evitar el riesgo de sus efectos adversos, como una posible susceptibilidad a la formación de tumores. De esta manera con su administración farmacológica, haríamos el proceso mucho más eficiente, minimizando los requerimientos de nutrientes y solucionando así los actuales problemas de desabastecimiento. Pero, y creo que justamente en este punto encontramos el nudo de la cuestión, observamos que de generación a generación los requerimientos promedios crecen en forma exponencial. Seguramente es debido a una mejora genética en el mecanismo, transmitida a cada nueva progenie a cambio de una mayor demanda de energía metabólica, necesaria para la síntesis de una mayor cantidad de esta enzima. Estos aumentos nos conducen hacia permanentes situaciones de estancamiento por la falta de recursos. Prueba fehaciente es lo que estamos detectando a diario en nuestros recién nacidos, muchos ya sin orificio auricular, atrofia lingual y reducción en el diámetro de las cuerdas vocales, que a veces, hasta aparecen soldadas, como podemos observar en esta foto. Ej, ej, ej – Hizo una pausa para beber un trago de “ jugo de pantano negro “ , al mismo tiempo que sus grandes y acuosos ojos oscuros parpadearon por primera vez, aprovechando el momento para mirarla disimuladamente. Ese destello le sirvió para distinguir la magia que destilaba el opaco y raro color azulino de sus ojos, encantadamente acompañados por las brillantes escamas imbricadas que rodeaban sus orbitas oculares. Una combinación que pretendía convertirse en mirada fatal. Hizo una pausa, se había perdido, semihipnotizado no recordaba lo último que había dicho – Si, . . . he . . . bueno como les decía – para ganar tiempo forzó un faláz ej, ej, ej, y recordó – Claro, en un principio, para superar la crisis, fuimos cultivando pequeños planetas deshabitados, de los cuales extraíamos estos nutrientes, pero las condiciones climáticas que encontrábamos en ellos nos daban cosechas que aportaban bajos rendimientos cotejados con los costos de tecnología y trasporte que cada vez eran más elevados, llevando los riesgos a un peor nivel. Aquí vemos como quedó el planeta Plutón luego de la última cosecha, se transformo en una peligrosa, helada e inestable esfera de acero. Ej, ej, ej – Aunque quizás no tan peligrosa como ella. Lo único que faltaría es que fuese talentosa, inteligente, pensó un tanto preocupado, ya casi rendido a sus propias fantasías – Buscando otras alternativas y habiendo entrado en un giro sorprendente, casi inesperado, dentro de los hallazgos de la ingeniería genética surgió el proyecto “Agricultura X”. A partir de esta idea, planificamos la creación de una raza muy fuerte y muy poco inteligentes, provistos de un diminuto cerebro, fáciles de dominar telepáticamente. Los llamamos “ Dinosaurios ” en honor al Dr. Brâf Dinöses, prestigioso científico de nuestra comunidad, máximo exponente en la experimentación genética, descubridor de la conexión Temporal y padre de estos animales.

– Ej, ej, ej – ella decidió invertir su postura cruzando nuevamente las piernas en un bebedizo y sutil movimiento, un espectáculo que él no estuvo dispuesto a perderse – Ah … he … Los necesitábamos para que realicen trabajos forzados, en los sembradíos de Algas gigantes. La Expirucha X69. Ej, ej, ej – nnnn que lindo número para compartirlo con esa belleza, reflexionó perdiéndose en su propia mirada al mismo tiempo que sus verdes mejillas se deslucian de pudor sin poder evitarlo – Sunnn . . . es unn . . . es una especie de espirulina modificada y desarrollada genéticamente en forma paralela a esto animales también por el profesor Dinöses. Adaptada a vivir enraizada a la tierra y sin necesidad de permanecer sumergida bajo el agua, siempre que se mantengan los niveles de humedad precisados, esta planta se ha convertido en nuestra materia prima indispensable. Aquí vemos una foto del Profesor junto a los primeros plantines y un huevo de dinosaurio a punto de abrirse.

Este avance motivo un replanteo global de nuestra sociedad a efectos de aprovechar al máximo la disponibilidad de terreno cultivable. Así adaptamos el plan de expansión arquitectónico de nuestras ciudades, conectándolas en forma de red, cuyos centros comerciales e industriales hoy se yerguen entre estos cultivos a modo de cristalinas y gigantescas torres. Luego de un simple y rápido procesamiento industrial, extraemos los elementos esenciales para nuestra incesante evolución, pasándolos directamente del campo a nuestros hogares. Era sencillamente espectacular poder ver desde los ventanales el accionar de estas brutas criaturas laboriosas modificando el verde follaje, antes de escuchar la señal en el tubo de encomiendas anunciando la llegada a casa de nuestra dosis NUT.
Permítanme un corto desvío para contarles una pequeña pero sana infidencia. Ej ej ej – También pensó que podía tropezarse con una historia parecida junto a una preciosura como tal, aunque ya varias veces luego de sentir algo parecido, había terminado como siempre, en un nuevo fracaso producto de su conflicto psicológico – que acabo de recordar al ver la foto de nuestro gran maestro. En épocas de viento, cuando el movimiento de las hojas parecía acariciar a las trabajadoras bestias, en una prospera danza de amor al Dr. Brâf Dinöses, le gustaba ver desde su balcón este hermoso espectáculo, tomado de la mano de la Dra. Siläx Hûmyna con su bebe en brazos. Su joven amada era también una brillante científica, especialista en genética de la cual todos conocemos sus excelentes y avanzados trabajos dentro del estudio de animales mamíferos. A veces, cuando se sentía inspirado, aprovechaba su excepcional poder telequinético para doblar los tallos, escribiendo sobre el tapiz vegetal, hermosas poesías dedicadas a su querida esposa, en prueba permanente del interminable deslumbramiento que padecía por ella. Una pequeña pero encumbrada anécdota que describe a mi recordado y admirado profesor de ciencias. Perdón por la probable distracción, es que no quería dejar pasar la oportunidad para mostrarlo como realmente era, un verdadero Sauriano de familia, de bien, más allá del afamado reconocimiento otorgado por nuestra Sociedad como profesional.

Seguimos con otras imágenes. Un dinosaurio. Ej ej ej – imposible no mirarla de vez en cuando, aunque ya se estaba tornando difícil de disimularlo. Decidió dominarse para poder mantener la cordura de su oratoria. Relajó su respiración, e intentó concentrarse aunque sea momentáneamente para poder terminar el discurso – Bien, Los dinosaurios eran ciertamente más eficientes que las máquinas. Carnívoros que no consumían demasiados recursos, no requerían de tanto mantenimiento y podían reproducirse de forma autónoma. Además, los grandes avances en técnicas de clonación, habían permitido fabricarlos a un muy bajo costo, inclusive mucho más barato que las máquinas, a casi la mitad, para ser más preciso. Además, no contaminaban, al contrarío permitían reciclar el oxígeno, engrosando nuestra cada vez más estrecha atmósfera. Util proceso para solucionar los problemas de licuación estratosférica.
Habíamos llegado a tener casi un millar de individuos, de todos los tamaños. Los más grandes para arrastrar los pesados cargamentos; medianos para trabajar en las labores de labranza, pequeños y veloces para realizar control de plagas e incluso había algunos alados, que podían sobrevolar la siembra para testear y monitorear sus condiciones. Los primeros que sirvieron como base de prueba eran acuáticos y los dejamos en el planeta Tierras, un planeta veintidós veces más pequeño que el nuestro pero que por sus características geofísicas es especial para ser utilizado a modo de terrario, y que fue donde originalmente comenzaron las experimentaciones. Aquí una imagen tridimensional de Tierras y su base satelital, Luna.

Durante largo tiempo la idea funciono a la perfección, trabajaban una jornada completa y los alimentábamos con otros dinosaurios, pequeños herbívoros, creados especialmente para tal fin. Sin embargo, nuestros anteriores líderes, Los Kÿchñeretentôres, se dejaron seducir por el poder que les brindaba un absoluto dominio del mercado de nutrientes. Así comenzaron, en el más siniestro secreto, a desviar fondos con fines militares, más precisamente en la búsqueda de nuevas armas, entre ellas, la creación de soldados dinosaurios denominados Raptores. Este abuso no duraría demasiado. La mañana del décimo primer Iluminio, del cien mil cien estos dinosaurios experimentales que eran más evolucionados, dotados casi intencionalmente con cierto grado de inteligencia, comenzaron a atacarnos sin piedad, logrando desviar nuestro sometimiento telepático. Fue el inicio de una sangrienta guerra que por suerte supimos controlar a tiempo – Ese primer día él estuvo allí y aún ocultaba lo sucedido. Hizo una pausa en su oratoria y en un milisegundo de su lóbulo frontal recordó el momento mientras ejecutaba otro falso ej ej ej elevando el tono, esta vez para mantener en secreto las imágenes de su pensamiento, distrayendo la posible intromisión telepática de alguno de los presente.

Esa mañana le había tocado el sector 107, su número favorito. Desde la torre de control dominaba mentalmente a las bestias, para que hicieran bien su tarea. Había tomado el trabajo para poder costear su último y más costoso año de estudios en la universidad de Biotegnología Estaba por concluir el turno, cuando pudo ver al Dr. Dinöses, en ese entonces también su profesor de “Técnicas de Clonación”, con su pequeño hijo en brazos caminando junto a su querida lagarta, por un sendero perimetral al campo de algas. Como siempre, se los notaba muy enamorados.

Sentía una gran sensación de admiración, no por el talento de los eruditos sino por el sentimiento que los unía y que enaltecían aún más la Reptiminidad de su ser. Un sentimiento totalmente desconocido para él a pesar de haberlo buscado insistentemente entre las Saurianas que había tratado. Quizás por ese motivo no podía evitar cada vez que recordaba esa imagen de amor causarle cierta envidia y vergüenza por su frustrante condición de faldero, hasta ahora más fuerte que él, a pesar de haber logrado ocultar muy bien su debilidad detrás de un intachable retrato de adusto facultativo y de su distorsivo hipo cerebral.
Al volver su vista hacia el sembradío, observó extraños movimientos en las plantas que se repetían en dirección a la pareja. Se trataba de dos Raptores bloqueando el control de Pöglos Môluskios su compañero de estudios que también hacía poco había tomado el trabajo atendiendo su sugerencia y que estaba en la torre siguiente a exactamente quinientos cincuenta metros encargado ese día del sector 108. Estos dos animales mejorados clandestinamente para la milicia, corrían a ambos lados de un Dinosaurio de carga, al que parecían aislar conduciéndolo directo hacia la distraída pareja y su bebe Trató de unirse a la secuencia de su compañero para detenerlos pero fue inútil. Quizá podría haberse conectado telepáticamente con la pareja para advertirles y sin embargo él tampoco sabe, porque, ni siquiera lo intento. Cómplices e impotentes sus ojos grababan para siempre la horrenda imagen que se abalanzaba sobre los indefensos cuerpos. Todos los días, inadvertidamente lo recuerda. El dolor de la perdida de esta maravillosa familia y el hecho de sentirse responsable, tal vez también le ha dado la fuerza que necesita a diario para continuar con su investigación, la que justamente está basada en los principios de esa brillante pareja de científicos.

– Perdón, como les decía la guerra derramó mucha sangre por ambos lados. Podría haber sido peor, pero gracias a la rápida alianza de nuestros ejércitos espaciales, en poco tiempo pudimos volver a tener el control. Al final de los eventos constatamos que las mayores bajas se produjeron dentro de ciudad Rastym, la cual hoy, tengo el agrado de anunciarles hemos terminado de reconstruir totalmente pieza por pieza cada uno de sus obras destruidas, y clon por clon cada uno de nuestros Saurianos fallecidos.

Lejos de matar a los dinosaurios sobrevivientes, el Consejo Reptilíneo decidió transportarlos al planeta Tierras donde habíamos desarrollado su nacimiento, construido también como futuro hogar alternativo, para nuestra civilización, habiendo mimetizando en él todas las condiciones atmosféricas del nuestro. Pero llevarlos allí, parece que también fue un error.

Comenzaron a expandirse y colonizar cada rincón. Adquirieron nuevas características. Aparecieron nuevas especies, hubo mutaciones y los denominados Raptores, mejoraban aceleradamente su talento. Sin saber hasta donde podría llegar esta tenebrosa evolución, decidimos destruirlos. El perfecto impacto de un solo proyectil, bastó para su total exterminio. En esta foto aérea tomada desde una de nuestras naves podemos apreciar la explosión. Y esta muestra la extinción de estos dinosaurios desparramados sin vida como secuelas del tremendo estallido.

Como explique anteriormente seguimos estudiando la manera de descubrir nuestra enzima esencial responsable directa de la neurotransmisión dentro de la conexión temporal, aunque por razones obvias ya descriptas aún estamos muy lejos de poder fabricarla sintéticamente. Mientras tanto seguimos trabajando en una respuesta más rápida a nuestras exigencias que nos permita avanzar con la producción de suplementos NUT, antes de agotar nuestras reservas. En este momento puedo anticiparles que a través del Proyecto “Human-T” muy pronto estaríamos en condiciones de lanzar al trabajo la creación de una nueva especie de animales cosechadores, desarrollados a partir de pequeños mamíferos, ominidos, animales que si bien poseen una pequeña diferencia a favor en su coeficiente de aprendizaje respecto de los Dinosaurios son mucho menos fuertes y mucho más dóciles, sin tendencia a la agresividad. Los llamaremos Seres Humanos, en honor a la Dra. Hûmyna. – Hasta el momento el lugar solo había albergado un profundo y atento silencio, salvo la voz disertante no se escuchaba ni el zumbido de una mosca. Claro que de habérsele ocurrido a alguno de estos bichitos presentarse en la masiva reunión, seguramente su vuelo hubiese sido demasiado corto, teniendo en cuenta la rapidez de las largas y pegajosas lenguas presentes, sin olvidar que estas diminutas y apetecibles criaturitas aladas son utilizadas como esencia para saborizar el dichoso suplemento NUT.

– Bueno, creo que hasta aquí a llegado mi austero monólogo, sobre el cual comienzo a notar la compañía de algunos rostros demacrados por la apatía y el aburrimiento – Alcanzó a decir, mientras se gestaba el lógico y controversial murmullo.

– Salvo las preguntas acerca de Dinosaurios que ya saben no volveré hablar del tema, comenzaré a responder respecto a cualquier otra inquietud – Como si su última palabra hubiese sido un disparo de largada todas las voces se unieron en un ruidoso coro desacompasado del cual era imposible dilucidar una frase.
– Señores, señores, por favor ni siquiera telepáticamente pude descifrar una palabra pero intuyo que se debe a que todos quieren hacer la misma pregunta. Ej, ej, ej – Si tenía que elegir a alguien para que formule la primera pregunta era obvio a quien se iba a dirigir – Señorita ? . . .
– Hÿna Vaxläter, de la revista 13 lagartas – la joven que estaba sentada en primera fila desempeño un suave y elegante movimiento. Se puso de pie y por primera vez la atención cambio inevitablemente de dirección. Las increíbles y extraordinarias cualidades de la reportera lograron encausar la conferencia. Su verde piel brillaba con la humedad justa acompañando la ligereza de su silueta y acentuando cada una de sus perfectas curvas, enigmáticamente guardadas dentro de su ajustado vestido de hule color amarillo.
– Podría formular la pregunta para poder ordenarnos – solicitó el Doctor Völtor Avimôs que evidentemente hacia rato había desnudado la presencia de semejante deidad.

Era un Sauriano tranquilo, pacífico sin llegar a ser vulnerable, callado en la medida justa, con la sabiduría que le habían otorgado el paso de las centenares mudas dérmicas y sus once períodos de metamorfosis, sin que ambos procesos fisiológicos se le notaran demasiado. Un ser que había dedicado casi toda su larga vida cargando con la culpa de continuar los estudios de su mentor, sin dedicarle mayor atención a otros menesteres, salvo la búsqueda del verdadero sentimiento de amor hacia una dama. Una cuenta pendiente, por no poder evitar su adicción al sexo opuesto. Lujuriosa faena que hasta ahora había logrado disfrazar con éxito, temeroso de perder su prestigiosa e impoluta estampa académica. Si bien entre el balbucear de las Vivorezcas enroscándose en los pasillos ya se había comenzado a escuchar el mote de “viejo amarillo” quemándose sobre su pellejo. Un lamentable vicio que se contraponía permanentemente a la búsqueda de un sentimiento tan profundo y complejo, como el amor, mucho más difícil que el hallazgo de esa oculta e imprescindible enzima. Quizás era el único gran descubrimiento que le faltaba para terminar de coronar su existencia. Encontrar la Sauriana de su vida y formar una familia por su puesto.
– Si profesor, creo que todos los presentes como el resto de nuestros hermanos estamos preocupados, temerosos por la novedosa y sorpresiva aprobación de un proyecto similar al de “Dinosaurios” teniendo en cuenta las ominosas consecuencias que hemos padecido luego de las últimas experiencia bélicas y queremos, no solo queremos, tenemos el derecho de saber si esta vez podría suceder lo mismo con estas nuevas y desconocidas bestias – El tono firme de la pregunta hilvanada sin pausa, acentuada en los lugares claves, acompañada con la precisión de sus expresiones, dieron muestra de que no solamente era hermosa sino también muy inteligente y con el coraje suficiente para desplegar su virtuosismo ante un desbordado y nervioso escenario.

Luego de una pequeña pausa donde el Doctor parpadeo por segunda vez, ahora cautivado por la hábil y exquisita voz, ya sin ningún obstáculo pudoroso dirigió toda su atención a la periodista. Dejando caer sus ojos encima de ella, respondió sereno como de costumbre.

Bien, estos animalitos, se encuentran reproduciéndose alegres y felices en Tierras. En esta última imagen. Ej, ej, ej – a pesar de la serenidad de su temperamento no pudo evitar el impulso de la tentación contenida pero milenariamente arraigada en su esencia ancestral – que no pensaba pasar por su tonalidad grosera y un tanto repulsiva, se los puede ver corretear desnudos previo al apareamiento en una especie de ritual erógeno, parecido al de nuestros más brutos antepasados. Ej, ej, ej – Por un instante sus facciones parecieron embrutecerse al ritmo de sus lúbricos e incontinentes pensamientos que lo llevaban cada ves más cerca de la prodigiosa señorita . . . y de sus brutos antepasados – Este apasionado comportamiento puede ser una característica secundaria, adquirida a través de algunas cadenas de ADN de reptil utilizados en la ingeniería genética empleada para su creación. Los Felinoides que descartamos en las primeras pruebas eran peores.

Si bien las necesidades nos apremian y estamos llevando la investigación a niveles de celeridad sin parangón esta vez no nos apresuraremos. Solo traeremos muestras que iremos probando de a poco en reemplazo del viejo parque de maquinarias, que por necesidades manifiestas debió ser puesto nuevamente en marcha, para seguir cosechando y aplacar en parte la crisis actual. Paralelamente testearemos el libre desenvolvimiento del resto de los humanos que habitarán nuestro planeta laboratorio. Nos mantendremos más atentos visitándolos permanentemente. Haremos algunos contactos y seguiremos experimentando. Quizás hasta podamos educarlos disimuladamente, he incluso, podríamos estudiar la posibilidad de cruzarnos con ellos buscando mejorar nuestra rusticidad – Llegó a delirar intentando llamar la atención, particularmente la de ella, aprovechando el poder que le otorgaban sus casi ilimitados conocimientos y la ignorancia de la mayoría de los presentes, haciendo una rápida comparación – Tal vez, les podamos sacar un mejor provecho, mientras les ofrecemos la posibilidad que desarrollen todas sus capacidades. Para que no queden dudas acerca del éxito de este proyecto, inclusive, estoy trabajando personalmente en la búsqueda de incorporarles una recombinación genética que anule totalmente cualquiera de sus posibles esbozos de agresividad. Esperamos no tener que volver a lastimar nuestro querido y reestablecido planeta “Tierras”, pero si nos dejan sin opción, entonces simplemente los destruiremos, como a los Dinosaurios. Nosotros les damos vida . . . nosotros, se la podemos quitar.

Casi sin mediar pausa el ruidoso y desafinado coro volvió a interpretar, en este caso, una sinfonía llena de preguntas. Sin la necesidad de recabar más material para su artículo, la escultural lagarta Amazónica decidió que quedarse en medio de ese desorden sería una perdida de tiempo. El Dr. Avimôs, ya sin ánimo de hablar acerca de un tema resuelto, aprobado por el Consejo, no conocía el ejercicio de la diplomacia más allá del que debía practicar forzosamente cuando necesitaba fondos para sus investigaciones. El Tampoco soportaba el desorden y los ruidos. Rasgos que le hicieron recordar su rutina matinal. A la mañana siguiente, como todas, debía regresar al Centro de Investigaciones y volver a escuchar, el maloliente verraquear de esos peludos, feos e idiotas seres, llamados Humanos.

En medio del nuevo bullicio y de su agonía psíquica dispuso echar toda su sabiduría por la borda e inclusive decidió, en un segundo, renunciar a su trabajo de investigación y solo pensó como hacer para conquistar a la bella Hÿna. Así y en ese preciso momento sin saber por que y sin querer averiguarlo, prefirió ser, El mismo, uno de sus experimentos.

– Por favor señorita Vaxläter, no se retire – su brote telepático se perdió entre los demás pensamientos que sobrevolaban el auditorio, sin poder alcanzar la mente en retirada de la bella dama – Señorita Vaxläter – la llamó mientras acompañaba su atractiva salida sin advertir, haberse movido fuera del alcance del micrófono – Hÿna ! – corrigió su mal movimiento meciéndose rápido nuevamente hacia el aparato y por las dudas alzó la voz ya sin importarle más nada. Su poderosa intuición le platicaba sobre un presentimiento distinto. Creyó, totalmente convencido, que había llegado la hora de formar una familia. De los Humanos que se encargue “ Reptoto ”.

– Por favor aguarde, no se retire, necesito hablar con usted. – Casi al unísono de sus palabras, sintió una fuerte implosión en el centro de su cabeza seguida de una electricidad, que desde allí, llego a su corazón causándole una fuerte sensación de vacío en el pecho, acercándose al nivel de la asfixia. Jamás había vivido una sensación igual. Enseguida supo que su extraña dolencia estaba a punto de desaparecer para siempre, luego de su último desahogo – Ej ej ej.

Mauricio Braia – Claudio Moda

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